Todos tenemos esas típicas épocas, que no damos un palo al agua, que todo nos sale mal, que reímos por no llorar, que callamos por no gritar.

Te dan ganas de dejarlo todo, de no volver a despertar.

Pero en esta vida he aprendido muchas cosas y una de ellas es no rendirse.

No tener miedo al mañana, que si hoy todo sale mal, quien sabe si mañana será un buen día donde salga el sol y canten los pájaros. Que te den ganas de, vestirte con tu mejor vestido y salir a disfrutar.

Porque definitiva mente de una noche llena de nubes, puede salir un amanecer precioso.

Porque todo cambia..

a mejor.